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Si cualquier boda está llena de emociones, esta sin duda lo fue en toda regla: Nervios, muchas risas e infinidad de llantos se mezclaron en todo momento de principio a fin. Sentimentalismo puro el que derrocharon los novios en el día más especial de sus vidas, contagiando al resto de invitados e incluso a los fotógrafos. Un día en el que la amistad verdadera brilló en cada instante dando total sentido al dicho: los amigos son la familia que realmente elegimos.
Les dejamos como siempre con una muestra de lo que nos deparó esta ceremonia. Muchas gracias pareja por confiarnos este reportaje!!