“Y de mí se decía que era como el viento. Que nada más allá de mí mismo podía atarme a nada. Pero llegaste. Tan arrolladora. Tan tú.. desmontaste mis principios, mis finales y todo lo que aún no había creado. Y lo único que supe darte fueron alas para que me guiases por tus rincones..”
Gracias por confiarnos este reportaje llenando de sentimiento cada una de las imágenes que lo componen.