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Decir que fotografiar cualquier boda es especial no es nada nuevo, pero cuando se trata de la de uno mismo se torna en algo realmente fascinante. Poder fusionar la esencia que se crea estando tanto delante como detrás del objetivo en un día como este fue realmente mágico. Sabemos que una parte muy importante en la fotografía de boda es conocer y entender a la pareja...nosotros en este caso lo teníamos muy fácil. Y así fue cómo este día cumplió nuestras expectativas con creces: una boda a nuestro gusto, sencilla, con la gente más cercana que nos ayudó no solo con su presencia sino activamente para conseguir que todo saliera como deseábamos. A nuestra manera.
Agradecer también la ayuda fotográfica de Paqui Carrión y Víctor Sánchez sobre todo en lo que concierne a la ceremonia y celebración.
Faltaron muchos, pero desde la distancia los sentimos muy adentro.A todos, gracias por convertir nuestra boda en un sueño.